LOS 50 MEJORES BAJISTAS DE LA HISTORIA
Publicado: Dom Jun 01, 2025 7:13 pm
¡Ojo! Como hice para la lista de "los 100 mejores guitarristas de la historia", he cogido la última lista de la revista, "mas prestigiosa de música", Rolling Stone, que es del año 2020 y ya os anticipo que para mí no es la buena. He mirado en otros sitios y es prácticamente la misma, salvo raras excepciones y cambiando algunos puestos. Voy a empezar desde el último y, como hice con el listado anterior, voy a procurar recopilar información de distintas fuentes y si no la hay, usaré la de Wikipedia.
Introducción sacada de la revista Rolling Stone:
"El bajo es la base", dijo una vez la leyenda de las sesiones Carol Kaye , "y con el batería creas el ritmo. Toques lo que toques, pones un marco alrededor del resto de la música".

Una gran línea de bajo, ya sea el hipnótico riff de Paul McCartney en "Come Together", el sutil vamp de Bootsy Collins en "Sex Machine" de James Brown o el latido minimalista de Tina Weymouth en "Psycho Killer" de Talking Heads, es como un mantra: suena como si pudiera durar para siempre, y se siente más profundo cuanto más lo escuchas.
Guitarristas, cantantes y trompetistas suelen acaparar los momentos más impactantes de cualquier canción, mientras que los bateristas canalizan la mayor parte de la energía cinética, pero lo que aporta el bajista es algo elemental: la parte que se repite sin cesar en tu cabeza mucho después de que la música termina.
Los bajistas suelen ser ignorados e infravalorados, incluso dentro de sus propias bandas. "No era el trabajo principal", dijo McCartney una vez , reflexionando sobre el trascendental momento en que tomó las riendas del bajo tras la salida de Stu Sutcliffe de los Beatles. "Nadie quería tocar el bajo, querían estar al frente".

Y, sin embargo, el instrumento tiene su propia y orgullosa tradición en la música popular, que se extiende desde el poderoso trabajo vertical de Jimmy Blanton en la orquesta de Duke Ellington y pioneros del bebop como Oscar Pettiford hasta genios del jazz como Charles Mingus y Ron Carter; campeones de estudio como Kaye y James Jamerson; guerreros del rock como Jack Bruce de Cream y John Entwistle de The Who; maestros del funk como Bootsy y Larry Graham de Sly and the Family Stone; prodigios del progresivo como Chris Squire de Yes y Geddy Lee de Rush; dioses de la fusión como Stanley Clarke y Jaco Pastorius; y maestros del punk y el postpunk como Mike Watt de Weymouth and the Minutemen.
La era alternativa trajo nuevos héroes al instrumento, desde el intuitivo Kim Gordon de Sonic Youth hasta el extravagante Les Claypool de Primus, y más recientemente, una nueva generación de íconos del bajo, incluidos Esperanza Spalding y el ubicuo Thundercat, han colocado el extremo bajo en el centro de sus universos musicales.

Este resumen de los 50 mejores bajistas de todos los tiempos celebra todo ese espectro. No pretende, enfáticamente, ser una clasificación de habilidades objetivas; ni asigna ningún conjunto de criterios como medida de grandeza. En cambio, es un inventario de los bajistas que han tenido el impacto más directo y visible en la creación, por tomar prestado el término de Kaye, de los cimientos mismos de la música popular, desde el rock hasta el funk, el country, el R&B, el disco, el hip-hop y más allá, durante el último medio siglo aproximadamente. Aquí encontrará virtuosos evidentes, pero también músicos cuyo concepto más minimalista del papel de su instrumento elevó todo lo que sucedía a su alrededor.
“Lo agarras, te deslizas sobre él y lo sientes con las manos”, dijo Flea de los Red Hot Chili Peppers sobre su instrumento emblemático. “Das palmadas, tiras, golpeas, punteas y revientas, y te metes en ese estado hipnótico, si tienes suerte, más allá del pensamiento, en el que no piensas porque no eres más que un conducto para este ritmo, venga de donde venga, de Dios a ti y a este instrumento, a través de una cuerda y un altavoz”.

Aquí rendimos homenaje a 50 músicos que han encontrado ese mismo estado exaltado a través del bajo y han cambiado el mundo en el proceso.
El bajo eléctrico
El bajo eléctrico, llamado sencillamente bajo, es un instrumento musical melódico de la familia de los cordófonos, similar en apariencia y construcción a la guitarra eléctrica, pero con un cuerpo de mayores dimensiones, un mástil de mayor longitud y escala y cuerdas más gruesas, normalmente cuatro, afinadas según la afinación estándar del contrabajo, su antecesor.
Salió de la necesidad de producir los sonidos rítmicos graves con un instrumento más compacto, barato, fácil de producir y transportar que el contrabajo, que era el instrumento encargado de esta tarea en los años 40 y 50. Para esto, el bajo adoptó una forma bastante similar a la de la guitarra, aunque luego esto provocó que algunas personas confundieran estos dos instrumentos.
Con el objetivo de evitar un uso excesivo de líneas adicionales en el pentagrama, el bajo eléctrico ―al igual que el contrabajo― suena una octava más grave que las notas representadas en notación musical. Como la guitarra eléctrica, el bajo eléctrico necesita ser conectado a un amplificador para que su sonido sea más audible.
Desde la década de 1950, el bajo eléctrico ha reemplazado progresivamente al contrabajo en la música popular como el instrumento de la sección rítmica que se ocupa de las líneas de bajo.Aunque estas varían notablemente en función del estilo de música, el bajista cumple una función similar con independencia del estilo de que se trate: establecer el marco armónico y marcar el tiempo o "pulso rítmico". El bajo eléctrico se usa como instrumento de acompañamiento o como instrumento solista en prácticamente todos los estilos de música popular del mundo, incluyendo el blues, el flamenco, el jazz, el funk, el pop, el punk, el reggae y el rock.
Historia
En los años treinta, el inventor y guitarrista estadounidense Paul Tutmarc desarrolló el primer bajo eléctrico de cuerpo macizo de la historia, un instrumento muy similar a los bajos modernos, que había sido diseñado para ser sostenido y ejecutado horizontalmente.
En 1935, el catálogo de ventas de la compañía de Tutmarc, Audiovox, ofrecía su "violín-bajo electrónico", un instrumento de cuerpo sólido con un mástil de 30,5 pulgadas que disponía de trastes.
El cambio de forma, acercándolo a una guitarra, hizo al instrumento más fácil de transportar y la adición de los trastes eliminó los problemas de afinación propios del contrabajo, haciendo del bajo eléctrico un instrumento mucho más fácil de ejecutar que este último. Sin embargo, el invento de Tutmarc no tuvo demasiado éxito comercial, por lo que su idea no fue retomada hasta principios de los años 50, con la llegada de Leo Fender (1909-1991) y su Precision Bass.
A inicios de los años 50, el ingeniero e inventor Leo Fender (1909-1991), quien por aquel entonces se dedicaba al negocio de reparación de radios, desarrolló con la ayuda de su empleado George Fullerton el primer bajo eléctrico producido en serie de la historia.
Su Precision Bass, introducido en 1951 se convirtió en el estándar de la industria y sería infinitamente copiado con posterioridad. El "Precision Bass" (o P-bass) original disponía de un cuerpo angulado (slab o ‘de tabla’) similar al de la guitarra Telecaster y una sola pastilla de bobinado simple, pero en 1957 se modificó su diseño para presentar un cuerpo de contorno redondeado con una pastilla doble de cuatro polos. Esta pastilla split (dividida) estaba formada de dos partes similares a las pastillas de las mandolinas que Fender incluía en su catálogo de la época.
Monk Montgomery fue el primer bajista conocido en usar el nuevo instrumento en su gira con el vibrafonista de jazz Lionel Hampton. Otros bajistas pioneros en el uso del nuevo instrumento fueron Roy Johnson (que reemplazó a Montgomery en la banda de Hampton) o Shifty Henry (bajista de Louis Jordan & His Tympany Five). Bill Black, bajista de Elvis Presley adoptaría el Precision Bass en torno a 1957.
Tras el lanzamiento de Fender, Gibson presentó en 1953 su modelo EB-1, con forma de violín y pica, seguido de su modelo EB-0, de aspecto más convencional. El EB-0 era, de hecho, muy similar a la Gibson SG, aunque los primeros modelos disponían de un cuerpo slab (sin contornos) que lo asemejaban más a la conocida guitarra Les Paul, de Gibson.
Mientras que los bajos de Fender montaban pastillas situadas entre la base del mástil y el puente, muchos de los primeros bajos de Gibson mostraban una sola pastilla de tipo humbucker montada directamente debajo de la base del mástil. El modelo EB-3, de 1961 contaba además con una pastilla adicional, de tipo humbucker pero de tamaño reducido, situada cerca del puente del instrumento.
Gibson mostraba cierta tendencia a fabricar instrumentos de dimensiones reducidas y, de hecho, no presentó un bajo de escala estándar (34 pulgadas) hasta 1963, con el lanzamiento de su modelo Thunderbird, que fue, además, el primer bajo de Gibson que utilizaba dos pastillas humbucker situadas en una posición más tradicional, entre el puente y la base del mástil.
Otras compañías más pequeñas iniciaron sus actividades durante los años 50: Kay Musical Instruments en 1952, Danelectro en 1956,[18] y Rickenbacker o Höfner durante el resto de la década. Pero fue con la explosión del rock, a principios de 1960 cuando numerosas compañías comenzaron a fabricar bajos eléctricos.
Introducido en 1960, el Fender Jazz Bass fue presentado junto a la guitarra Jazzmaster como el modelo Deluxe del Precision. El Jazz Bass (o J-bass) disponía de dos pastillas de bobinado simple, una cercana al mástil y la otra en la posición que ocupaba la pastilla simple del Precision.
El modelo fue diseñado por Leo Fender para proporcionar a los guitarristas un instrumento aún más fácil de ejecutar que el Precision, dadas las dimensiones más pequeñas de su mástil. Los primeros ejemplares contaban con cuatro controles (volumen y tono para cada una de las pastillas), pero esta configuración pronto cambiaría en favor de la actual: un control de volumen para cada pastilla y un control de tono pasivo general. Otro elemento que diferenciaba el nuevo modelo era el diseño asimétrico de su cuerpo.
La configuración de pastillas de ambos modelos, así como el diseño general de los mismos, se ha convertido en un estándar de referencia, y así, es común hacer referencia a la configuración de pastillas de un instrumento determinado como pastillas Precision o pastillas Jazz.
Fender lanzó seis años más tarde su modelo Mustang Bass, un instrumento de escala corta (30 pulgadas frente a las 34 del P-bass o del J-bass) y precio reducido dirigido principalmente al mercado de principiantes y estudiantes.
Durante los años 50 y 60, el bajo eléctrico era frecuentemente llamado «bajo Fender», gracias a la posición dominante que la corporación ejercía en el mercado. El término "bajo eléctrico" comenzó a reemplazar al de "bajo Fender" a finales de los años sesenta, como resulta evidente en el título de un manual didáctico editado por la bajista Carol Kaye en 1969, muy popular en la época:"How to play the electric bass".
En los años 70, Leo Fender fundó la compañía Music Man, cuyo buque insignia era el modelo Stingray, el primer bajo producido en serie con electrónica activa, es decir, con un preamplificador incorporado que permitía disminuir la impedancia de la circuitería de la pastilla, incrementando el volumen de salida y posibilitando la ecualización activa del instrumento.
Distintos modelos se fueron identificando con estilos de música particulares, y así, el modelo 4001 de Rickenbacker se asociaba con bajistas de rock progresivo como Chris Squire de Yes, mientras que el Stingray de Music Man se identificaba con el estilo funk del bajista de sesión Louis Johnson.
En 1971, Alembic estableció el patrón que identificaría a lo que desde entonces se ha venido llamando boutique basses, instrumentos de gama alta y elevado precio construidos a medida de los requerimientos específicos del cliente. Este tipo de instrumentos suelen mostrar sofisticados diseños y elaborada electrónica y con frecuencia, están construidos con maderas preciosas (o con otros materiales alternativos como el grafito) por lutieres especializados. Se suelen usar técnicas de construcción innovadoras como el diseño neck-through multilaminado, donde el mástil, en lugar de estar atornillado al cuerpo lo recorre en su integridad.
Desde mediados de los setenta, Alembic y otras compañías como Tobias o Ken Smith Basses comenzaron a producir bajos de cuatro y cinco cuerdas (una cuerda extra afinada en si grave).
En 1975, el bajista Anthony Jackson encargó al lutier Carl Thompson la realización de un bajo de seis cuerdas, afinado si, mi, la, re, sol, do, que pasaría a la historia como uno de los primeros instrumentos de rango extendido.
Con la llegada de los años ochenta, lutieres e ingenieros continuaron explorando nuevas posibilidades. Ya en 1979, Ned Steinberger había presentado un bajo sin cabezal ni cuerpo, y más tarde continuaría con sus investigaciones, como el uso de materiales alternativos como el grafito, o la palanca de trémolo para el bajo, presentada en 1984.
En 1987 la compañía Guild lanzó su modelo Ashbory, un instrumento sin trastes de dimensiones reducidísimas (escala de 18 pulgadas) que usaba cuerdas de silicona y una pastilla piezoeléctrica, y que ofrecía una simulación más que aceptable del sonido del contrabajo acústico.
A finales de los años 80, el show MTV Unplugged ayudó a popularizar los bajos acústicos, de caja hueca pero amplificados mediante pastillas.
Durante los años noventa, los bajos de cinco cuerdas se fueron haciendo progresivamente más comunes y accesibles, y un número cada vez mayor de bajistas (de géneros tan dispares como el metal y el góspel) comenzaron a utilizarlos para aprovechar sus nuevas posibilidades. De modo paralelo, la circuitería activa dejó de estar reservada a los instrumentos de gama alta para ir siendo incorporada progresivamente a instrumentos de series más económicas.
Durante la década siguiente, algunos fabricantes incluían circuitos de modelado digital incorporados directamente en sus instrumentos, con los que pretendían simular los sonidos característicos de los bajos más conocidos (ej: Variax Bass, de la firma Line 6).
A pesar de estas innovaciones, los diseños tradicionales prevalecieron entre el público general, y los modelos Precision y Jazz de Fender continuaron contando con su favor.
En 2006, Fender celebró el 60.º aniversario de su P-bass con una reedición especial de su famoso instrumento, al tiempo que presentaba su modelo Jaguar.
Fuentes: Wikipedia, rollingstone.com, flickr
Introducción sacada de la revista Rolling Stone:
"El bajo es la base", dijo una vez la leyenda de las sesiones Carol Kaye , "y con el batería creas el ritmo. Toques lo que toques, pones un marco alrededor del resto de la música".

Una gran línea de bajo, ya sea el hipnótico riff de Paul McCartney en "Come Together", el sutil vamp de Bootsy Collins en "Sex Machine" de James Brown o el latido minimalista de Tina Weymouth en "Psycho Killer" de Talking Heads, es como un mantra: suena como si pudiera durar para siempre, y se siente más profundo cuanto más lo escuchas.
Guitarristas, cantantes y trompetistas suelen acaparar los momentos más impactantes de cualquier canción, mientras que los bateristas canalizan la mayor parte de la energía cinética, pero lo que aporta el bajista es algo elemental: la parte que se repite sin cesar en tu cabeza mucho después de que la música termina.
Los bajistas suelen ser ignorados e infravalorados, incluso dentro de sus propias bandas. "No era el trabajo principal", dijo McCartney una vez , reflexionando sobre el trascendental momento en que tomó las riendas del bajo tras la salida de Stu Sutcliffe de los Beatles. "Nadie quería tocar el bajo, querían estar al frente".

Y, sin embargo, el instrumento tiene su propia y orgullosa tradición en la música popular, que se extiende desde el poderoso trabajo vertical de Jimmy Blanton en la orquesta de Duke Ellington y pioneros del bebop como Oscar Pettiford hasta genios del jazz como Charles Mingus y Ron Carter; campeones de estudio como Kaye y James Jamerson; guerreros del rock como Jack Bruce de Cream y John Entwistle de The Who; maestros del funk como Bootsy y Larry Graham de Sly and the Family Stone; prodigios del progresivo como Chris Squire de Yes y Geddy Lee de Rush; dioses de la fusión como Stanley Clarke y Jaco Pastorius; y maestros del punk y el postpunk como Mike Watt de Weymouth and the Minutemen.
La era alternativa trajo nuevos héroes al instrumento, desde el intuitivo Kim Gordon de Sonic Youth hasta el extravagante Les Claypool de Primus, y más recientemente, una nueva generación de íconos del bajo, incluidos Esperanza Spalding y el ubicuo Thundercat, han colocado el extremo bajo en el centro de sus universos musicales.

Este resumen de los 50 mejores bajistas de todos los tiempos celebra todo ese espectro. No pretende, enfáticamente, ser una clasificación de habilidades objetivas; ni asigna ningún conjunto de criterios como medida de grandeza. En cambio, es un inventario de los bajistas que han tenido el impacto más directo y visible en la creación, por tomar prestado el término de Kaye, de los cimientos mismos de la música popular, desde el rock hasta el funk, el country, el R&B, el disco, el hip-hop y más allá, durante el último medio siglo aproximadamente. Aquí encontrará virtuosos evidentes, pero también músicos cuyo concepto más minimalista del papel de su instrumento elevó todo lo que sucedía a su alrededor.
“Lo agarras, te deslizas sobre él y lo sientes con las manos”, dijo Flea de los Red Hot Chili Peppers sobre su instrumento emblemático. “Das palmadas, tiras, golpeas, punteas y revientas, y te metes en ese estado hipnótico, si tienes suerte, más allá del pensamiento, en el que no piensas porque no eres más que un conducto para este ritmo, venga de donde venga, de Dios a ti y a este instrumento, a través de una cuerda y un altavoz”.

Aquí rendimos homenaje a 50 músicos que han encontrado ese mismo estado exaltado a través del bajo y han cambiado el mundo en el proceso.
El bajo eléctrico
El bajo eléctrico, llamado sencillamente bajo, es un instrumento musical melódico de la familia de los cordófonos, similar en apariencia y construcción a la guitarra eléctrica, pero con un cuerpo de mayores dimensiones, un mástil de mayor longitud y escala y cuerdas más gruesas, normalmente cuatro, afinadas según la afinación estándar del contrabajo, su antecesor.
Salió de la necesidad de producir los sonidos rítmicos graves con un instrumento más compacto, barato, fácil de producir y transportar que el contrabajo, que era el instrumento encargado de esta tarea en los años 40 y 50. Para esto, el bajo adoptó una forma bastante similar a la de la guitarra, aunque luego esto provocó que algunas personas confundieran estos dos instrumentos.
Con el objetivo de evitar un uso excesivo de líneas adicionales en el pentagrama, el bajo eléctrico ―al igual que el contrabajo― suena una octava más grave que las notas representadas en notación musical. Como la guitarra eléctrica, el bajo eléctrico necesita ser conectado a un amplificador para que su sonido sea más audible.
Desde la década de 1950, el bajo eléctrico ha reemplazado progresivamente al contrabajo en la música popular como el instrumento de la sección rítmica que se ocupa de las líneas de bajo.Aunque estas varían notablemente en función del estilo de música, el bajista cumple una función similar con independencia del estilo de que se trate: establecer el marco armónico y marcar el tiempo o "pulso rítmico". El bajo eléctrico se usa como instrumento de acompañamiento o como instrumento solista en prácticamente todos los estilos de música popular del mundo, incluyendo el blues, el flamenco, el jazz, el funk, el pop, el punk, el reggae y el rock.
Historia
En los años treinta, el inventor y guitarrista estadounidense Paul Tutmarc desarrolló el primer bajo eléctrico de cuerpo macizo de la historia, un instrumento muy similar a los bajos modernos, que había sido diseñado para ser sostenido y ejecutado horizontalmente.
En 1935, el catálogo de ventas de la compañía de Tutmarc, Audiovox, ofrecía su "violín-bajo electrónico", un instrumento de cuerpo sólido con un mástil de 30,5 pulgadas que disponía de trastes.
El cambio de forma, acercándolo a una guitarra, hizo al instrumento más fácil de transportar y la adición de los trastes eliminó los problemas de afinación propios del contrabajo, haciendo del bajo eléctrico un instrumento mucho más fácil de ejecutar que este último. Sin embargo, el invento de Tutmarc no tuvo demasiado éxito comercial, por lo que su idea no fue retomada hasta principios de los años 50, con la llegada de Leo Fender (1909-1991) y su Precision Bass.
A inicios de los años 50, el ingeniero e inventor Leo Fender (1909-1991), quien por aquel entonces se dedicaba al negocio de reparación de radios, desarrolló con la ayuda de su empleado George Fullerton el primer bajo eléctrico producido en serie de la historia.
Su Precision Bass, introducido en 1951 se convirtió en el estándar de la industria y sería infinitamente copiado con posterioridad. El "Precision Bass" (o P-bass) original disponía de un cuerpo angulado (slab o ‘de tabla’) similar al de la guitarra Telecaster y una sola pastilla de bobinado simple, pero en 1957 se modificó su diseño para presentar un cuerpo de contorno redondeado con una pastilla doble de cuatro polos. Esta pastilla split (dividida) estaba formada de dos partes similares a las pastillas de las mandolinas que Fender incluía en su catálogo de la época.
Monk Montgomery fue el primer bajista conocido en usar el nuevo instrumento en su gira con el vibrafonista de jazz Lionel Hampton. Otros bajistas pioneros en el uso del nuevo instrumento fueron Roy Johnson (que reemplazó a Montgomery en la banda de Hampton) o Shifty Henry (bajista de Louis Jordan & His Tympany Five). Bill Black, bajista de Elvis Presley adoptaría el Precision Bass en torno a 1957.
Tras el lanzamiento de Fender, Gibson presentó en 1953 su modelo EB-1, con forma de violín y pica, seguido de su modelo EB-0, de aspecto más convencional. El EB-0 era, de hecho, muy similar a la Gibson SG, aunque los primeros modelos disponían de un cuerpo slab (sin contornos) que lo asemejaban más a la conocida guitarra Les Paul, de Gibson.
Mientras que los bajos de Fender montaban pastillas situadas entre la base del mástil y el puente, muchos de los primeros bajos de Gibson mostraban una sola pastilla de tipo humbucker montada directamente debajo de la base del mástil. El modelo EB-3, de 1961 contaba además con una pastilla adicional, de tipo humbucker pero de tamaño reducido, situada cerca del puente del instrumento.
Gibson mostraba cierta tendencia a fabricar instrumentos de dimensiones reducidas y, de hecho, no presentó un bajo de escala estándar (34 pulgadas) hasta 1963, con el lanzamiento de su modelo Thunderbird, que fue, además, el primer bajo de Gibson que utilizaba dos pastillas humbucker situadas en una posición más tradicional, entre el puente y la base del mástil.
Otras compañías más pequeñas iniciaron sus actividades durante los años 50: Kay Musical Instruments en 1952, Danelectro en 1956,[18] y Rickenbacker o Höfner durante el resto de la década. Pero fue con la explosión del rock, a principios de 1960 cuando numerosas compañías comenzaron a fabricar bajos eléctricos.
Introducido en 1960, el Fender Jazz Bass fue presentado junto a la guitarra Jazzmaster como el modelo Deluxe del Precision. El Jazz Bass (o J-bass) disponía de dos pastillas de bobinado simple, una cercana al mástil y la otra en la posición que ocupaba la pastilla simple del Precision.
El modelo fue diseñado por Leo Fender para proporcionar a los guitarristas un instrumento aún más fácil de ejecutar que el Precision, dadas las dimensiones más pequeñas de su mástil. Los primeros ejemplares contaban con cuatro controles (volumen y tono para cada una de las pastillas), pero esta configuración pronto cambiaría en favor de la actual: un control de volumen para cada pastilla y un control de tono pasivo general. Otro elemento que diferenciaba el nuevo modelo era el diseño asimétrico de su cuerpo.
La configuración de pastillas de ambos modelos, así como el diseño general de los mismos, se ha convertido en un estándar de referencia, y así, es común hacer referencia a la configuración de pastillas de un instrumento determinado como pastillas Precision o pastillas Jazz.
Fender lanzó seis años más tarde su modelo Mustang Bass, un instrumento de escala corta (30 pulgadas frente a las 34 del P-bass o del J-bass) y precio reducido dirigido principalmente al mercado de principiantes y estudiantes.
Durante los años 50 y 60, el bajo eléctrico era frecuentemente llamado «bajo Fender», gracias a la posición dominante que la corporación ejercía en el mercado. El término "bajo eléctrico" comenzó a reemplazar al de "bajo Fender" a finales de los años sesenta, como resulta evidente en el título de un manual didáctico editado por la bajista Carol Kaye en 1969, muy popular en la época:"How to play the electric bass".
En los años 70, Leo Fender fundó la compañía Music Man, cuyo buque insignia era el modelo Stingray, el primer bajo producido en serie con electrónica activa, es decir, con un preamplificador incorporado que permitía disminuir la impedancia de la circuitería de la pastilla, incrementando el volumen de salida y posibilitando la ecualización activa del instrumento.
Distintos modelos se fueron identificando con estilos de música particulares, y así, el modelo 4001 de Rickenbacker se asociaba con bajistas de rock progresivo como Chris Squire de Yes, mientras que el Stingray de Music Man se identificaba con el estilo funk del bajista de sesión Louis Johnson.
En 1971, Alembic estableció el patrón que identificaría a lo que desde entonces se ha venido llamando boutique basses, instrumentos de gama alta y elevado precio construidos a medida de los requerimientos específicos del cliente. Este tipo de instrumentos suelen mostrar sofisticados diseños y elaborada electrónica y con frecuencia, están construidos con maderas preciosas (o con otros materiales alternativos como el grafito) por lutieres especializados. Se suelen usar técnicas de construcción innovadoras como el diseño neck-through multilaminado, donde el mástil, en lugar de estar atornillado al cuerpo lo recorre en su integridad.
Desde mediados de los setenta, Alembic y otras compañías como Tobias o Ken Smith Basses comenzaron a producir bajos de cuatro y cinco cuerdas (una cuerda extra afinada en si grave).
En 1975, el bajista Anthony Jackson encargó al lutier Carl Thompson la realización de un bajo de seis cuerdas, afinado si, mi, la, re, sol, do, que pasaría a la historia como uno de los primeros instrumentos de rango extendido.
Con la llegada de los años ochenta, lutieres e ingenieros continuaron explorando nuevas posibilidades. Ya en 1979, Ned Steinberger había presentado un bajo sin cabezal ni cuerpo, y más tarde continuaría con sus investigaciones, como el uso de materiales alternativos como el grafito, o la palanca de trémolo para el bajo, presentada en 1984.
En 1987 la compañía Guild lanzó su modelo Ashbory, un instrumento sin trastes de dimensiones reducidísimas (escala de 18 pulgadas) que usaba cuerdas de silicona y una pastilla piezoeléctrica, y que ofrecía una simulación más que aceptable del sonido del contrabajo acústico.
A finales de los años 80, el show MTV Unplugged ayudó a popularizar los bajos acústicos, de caja hueca pero amplificados mediante pastillas.
Durante los años noventa, los bajos de cinco cuerdas se fueron haciendo progresivamente más comunes y accesibles, y un número cada vez mayor de bajistas (de géneros tan dispares como el metal y el góspel) comenzaron a utilizarlos para aprovechar sus nuevas posibilidades. De modo paralelo, la circuitería activa dejó de estar reservada a los instrumentos de gama alta para ir siendo incorporada progresivamente a instrumentos de series más económicas.
Durante la década siguiente, algunos fabricantes incluían circuitos de modelado digital incorporados directamente en sus instrumentos, con los que pretendían simular los sonidos característicos de los bajos más conocidos (ej: Variax Bass, de la firma Line 6).
A pesar de estas innovaciones, los diseños tradicionales prevalecieron entre el público general, y los modelos Precision y Jazz de Fender continuaron contando con su favor.
En 2006, Fender celebró el 60.º aniversario de su P-bass con una reedición especial de su famoso instrumento, al tiempo que presentaba su modelo Jaguar.
Fuentes: Wikipedia, rollingstone.com, flickr