una reflexión después de la caída...
Publicado: Jue May 31, 2012 12:41 am
Acordaros que no soy muy dado a hablar en el foro…
para mí es el lugar ideal donde tergiversar las palabras…
y donde mejor puedes perder amigos.
Pero os voy a contar algo que me sucedió esta semana:
Este lunes después de salir del curro derrape en una glorieta cerca de casa y me fui al suelo…
No fue nada…. Algún raspón, otro moratón y lo más afectado mi orgullo.
Me senté en el bordillo de la carretera a que se me pasase el nerviosismo....
con el fin de volver a coger la moto y llegar a casa… más tranquilo… más sosegado.
Pensé,.. que incluso me venía bien llegar tarde; así mi mujer no vería las heridas….
No se preocuparía..
Ya, mañana… Mañana, sería otro día.
Mientras mi orgullo herido se retorcía por dentro me vino a la mente que esto mismo ya me había pasado anteriormente.
Es más, puedo afirmar, que casi todos nosotros coqueteamos con la muerte muy a menudo; nos jugamos la vida en las curvas, en los pasos de peatones, entre los coches,… tantas, tantas, tantas veces…
Mientras mi cuerpo se adormecía y se relajaba del dolor…
empecé a entrar en un pequeño letargo… el calor de las heridas,…
el calor del asfalto de todo el día…
el calor de la moto que me acompaña siempre, a mi lado, muda, fría,
distante y sin embargo tan cercana… ella no dice nada, no me reprocha,
simplemente espera…
me mira, me observa.
Fue entonces cuando vinisteis a mi mente...
Me acorde de la gente del Club Venox a la cual le había pasado lo mismo que a mí.
Se me escapó una sonrisa… muchos recuerdos…. y una lágrima.
No importa los años que tengamos,
lo que hayamos vivido, siempre habrá un abrazo
cuando nos volvemos a encontrar para rutear.
Recordaremos no sólo los buenos momentos que hemos compartido,
sino también aquellas tristezas que nos acompañaron en algún momento del camino,
pero aquellos moteros amigos…
siempre me brindaron un hombro donde apoyarme…
una palabra de aliento para seguir
y saber que no todo esta perdido
y que ahí están para acompañarme en el camino
aunque la oscuridad quiera invadirnos.
Esa amistad incondicional que se vive entre nosotros
puede dejar en nuestra vida el mejor recuerdo,
o el dolor de un abandono, o de un enfrentamiento,…
pero lo importante es la vivencia que nos ha dejado...
la vivencia que hemos compartido.
Siempre pensé… que a pesar de las diferencias
que tenemos los seres humanos,
si la relación se entrega con el corazón
se puede hacer frente a la peor de las tormentas,
a la separación, o a la indiferencia.
Un verdadero amigo, acepta al otro con el equipaje que traiga,
no lo invita a que se despoje de sus defectos
y quede inmaculado ante su vista,
sino que lo abraza todo, como el mejor regalo que la vida le trajo.
Porque para eso son los amigos, para compartir contigo
el aprendizaje que estemos viviendo,
para señalarnos como un ángel centinela nuestras equivocaciones
y para decirnos de vez en cuando:
Piénsalo, no lo hagas, vas a hacer daño o te vas hacer daño.
Y aunque seamos sordos a sus palabras,
cuando volvemos derrotados y con el rabo entre las piernas,
ahí estará para decirnos: No te preocupes,
vamos a intentarlo de nuevo, todavía no es tarde… estoy contigo.
Por eso siempre digo, que cada uno de vosotros
que se ha acercado a mi vida, haciéndome reír, aconsejándome,
cabreándome, sacándome de mis casillas…
es mi amigo.
Entonces…. me di cuenta….
Tenía una lágrima cayendo por la mejilla.
Pero, ya no había dolor ¿por qué lloraba?…
A sí…. Recordé que por los enfrentamientos de mi chapter.
Otra vez perdería de compartir esos buenos momentos con ellos…. mis amigos….
Incluso, a algunos, no los volvería a ver….
Este año iré a Málaga, a la concentración, otra vez sin muchos de vosotros...
otra vez,... ¿por qué?. Otra vez.
No es cruel la vida, ni las caídas, lo más cruel es la testarudez de las personas…
Da igual el bando, ninguno tiene razón…
Os estáis perdiendo lo mejor de la vida…
la amistad, las risas, los buenos momentos… esos no volverán.
Bueno, ya me duelen menos los golpes de la caída…
Me duele más el corazón…
Mi moto no me falla, arranca. Ruge… me desplaza…
Sácame de esta oscura noche, llévame con los que quiero.
Llévame a casa…
Ella duda…. ¿al club?...
No, a casa.
Vsss.
para mí es el lugar ideal donde tergiversar las palabras…
y donde mejor puedes perder amigos.
Pero os voy a contar algo que me sucedió esta semana:
Este lunes después de salir del curro derrape en una glorieta cerca de casa y me fui al suelo…
No fue nada…. Algún raspón, otro moratón y lo más afectado mi orgullo.
Me senté en el bordillo de la carretera a que se me pasase el nerviosismo....
con el fin de volver a coger la moto y llegar a casa… más tranquilo… más sosegado.
Pensé,.. que incluso me venía bien llegar tarde; así mi mujer no vería las heridas….
No se preocuparía..
Ya, mañana… Mañana, sería otro día.
Mientras mi orgullo herido se retorcía por dentro me vino a la mente que esto mismo ya me había pasado anteriormente.
Es más, puedo afirmar, que casi todos nosotros coqueteamos con la muerte muy a menudo; nos jugamos la vida en las curvas, en los pasos de peatones, entre los coches,… tantas, tantas, tantas veces…
Mientras mi cuerpo se adormecía y se relajaba del dolor…
empecé a entrar en un pequeño letargo… el calor de las heridas,…
el calor del asfalto de todo el día…
el calor de la moto que me acompaña siempre, a mi lado, muda, fría,
distante y sin embargo tan cercana… ella no dice nada, no me reprocha,
simplemente espera…
me mira, me observa.
Fue entonces cuando vinisteis a mi mente...
Me acorde de la gente del Club Venox a la cual le había pasado lo mismo que a mí.
Se me escapó una sonrisa… muchos recuerdos…. y una lágrima.
No importa los años que tengamos,
lo que hayamos vivido, siempre habrá un abrazo
cuando nos volvemos a encontrar para rutear.
Recordaremos no sólo los buenos momentos que hemos compartido,
sino también aquellas tristezas que nos acompañaron en algún momento del camino,
pero aquellos moteros amigos…
siempre me brindaron un hombro donde apoyarme…
una palabra de aliento para seguir
y saber que no todo esta perdido
y que ahí están para acompañarme en el camino
aunque la oscuridad quiera invadirnos.
Esa amistad incondicional que se vive entre nosotros
puede dejar en nuestra vida el mejor recuerdo,
o el dolor de un abandono, o de un enfrentamiento,…
pero lo importante es la vivencia que nos ha dejado...
la vivencia que hemos compartido.
Siempre pensé… que a pesar de las diferencias
que tenemos los seres humanos,
si la relación se entrega con el corazón
se puede hacer frente a la peor de las tormentas,
a la separación, o a la indiferencia.
Un verdadero amigo, acepta al otro con el equipaje que traiga,
no lo invita a que se despoje de sus defectos
y quede inmaculado ante su vista,
sino que lo abraza todo, como el mejor regalo que la vida le trajo.
Porque para eso son los amigos, para compartir contigo
el aprendizaje que estemos viviendo,
para señalarnos como un ángel centinela nuestras equivocaciones
y para decirnos de vez en cuando:
Piénsalo, no lo hagas, vas a hacer daño o te vas hacer daño.
Y aunque seamos sordos a sus palabras,
cuando volvemos derrotados y con el rabo entre las piernas,
ahí estará para decirnos: No te preocupes,
vamos a intentarlo de nuevo, todavía no es tarde… estoy contigo.
Por eso siempre digo, que cada uno de vosotros
que se ha acercado a mi vida, haciéndome reír, aconsejándome,
cabreándome, sacándome de mis casillas…
es mi amigo.
Entonces…. me di cuenta….
Tenía una lágrima cayendo por la mejilla.
Pero, ya no había dolor ¿por qué lloraba?…
A sí…. Recordé que por los enfrentamientos de mi chapter.
Otra vez perdería de compartir esos buenos momentos con ellos…. mis amigos….
Incluso, a algunos, no los volvería a ver….
Este año iré a Málaga, a la concentración, otra vez sin muchos de vosotros...
otra vez,... ¿por qué?. Otra vez.
No es cruel la vida, ni las caídas, lo más cruel es la testarudez de las personas…
Da igual el bando, ninguno tiene razón…
Os estáis perdiendo lo mejor de la vida…
la amistad, las risas, los buenos momentos… esos no volverán.
Bueno, ya me duelen menos los golpes de la caída…
Me duele más el corazón…
Mi moto no me falla, arranca. Ruge… me desplaza…
Sácame de esta oscura noche, llévame con los que quiero.
Llévame a casa…
Ella duda…. ¿al club?...
No, a casa.
Vsss.