Estamos con muchas ganas de reencontrarnos con todos nuestros amigos del club, por esas preciosas tierras del Norte.
Aunque este año parece que no irán muchas personas a las que quiero un montón y sin estar allí ya las estoy echando de menos.
No quiero ponerme triste, creo que abra momentos tristes, pero ese momento no es el que toca.
Toca pensar en los preparativos.
en lo bien que nos lo vamos a pasar.
En esa parada típica en el pueblo de cenicero donde nos aguarda su buen vino y su tremenda hospitalidad, gracias a Martxalen y Vicman que son muy queridos allí.
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